Pero hay algo en que todas las mujeres coincidimos y es que, es en ese momento en que aquel “ser” tan deseado empezará a llevar por siempre el apodo del acto, característica o conducta que mato la pasión, ya no le diremos a las amigas: ayer me encontré con Fulano, simplemente diremos: ayer me encontré con el de las patas hediondas, con el del mal aliento o con “el minuto y medio”.
Dejarán de ser deseados el resto de la vida, por que aunque traten de arreglar el numerito que se mandaron, siempre vendrá a nuestra mente la escena en que quisimos gritarles “déjanos tu número.. te llamamos”, ¡es que es injusto poh!, si no por nada nos arreglamos, coqueteamos y somos dulces princesas para después encontrarnos por ejemplo con la siguiente escena… Por fin te invita a comer y llega con los pantalones a medio cachete y te recibe con un “hola mi lleina ganémonos aquí que no hay nadien” y pide un completo con shucrut y un shop, lo peor de todo es que pasa toda noche sacando con su uña larga la comida del diente de oro y para rematar hay que pagar fifty-fifty.
Hay sólo dos tipo de hombres “mata pasiones” que podemos dejar pasar, los primeros son los que se visten mal, usan calcetas deportivas blancas con todo tipo y color de pantalón, toman sol en la playa con bototos, andan todo el día vestidos de futbolistas y los peores usan sweater con rombos tejidos por la mamá… a ellos les basta un fashion emergency y están listos.
Los otros son los que llamamos cariñosamente “minuto y medio”, que atroz, no es fácil sobrevivir a esta sorpresa, el habla bien, se viste bien, es amigo de tus amigas, divertido, simpático pero cero resistencia, ¡calma! con ellos no hay que perder la fe, un buen tratamiento y mucho amor podría ayudarlos, obvio que acompañada de tu propia terapia que te ayude a olvidar el bochorno.
Todo el resto no tienen remedio, por que su conducta esta arraigada a su cultura, hábitos o peor que eso simplemente no pueden luchar con lo que la naturaleza les dio.
Por ejemplo no hay nada que hacer con el tipo flaite que te invita a caminar y en medio del paseo te dice “espérame un ratito” y orina en cualquier esquina y después sigue caminando como si nada a pasado y continua su espectáculo acomodando y rascando “aquello” sin pudor. Pero eso no es todo, este tipo es el mismo que anda escupiendo por todos lados como si tuviera un tic nervioso y con esa sonajera tan re desagradable.
También encontramos en esta selva a tipos que parecen perfectos hasta que abren la boca, nos basta un segundo para saber que no es lo que esperábamos, habitualmente son monotemáticos y los autos o el fútbol son sus grandes temas de conversación. Dentro de esta misma categoría esta el chanta, ese que tiene la osadía de insultar nuestro intelecto y después de cinco años de estar desaparecido te dice “te amo” saaa, chao.
El siguiente tipo de hombre mata pasión es el que nos produce vergüenza, el jugosos, yo a ese tipo jamás se lo presentaría a nadie, lo niego hasta la muerte, ellos son los que cada vez que salen contigo se embriagan, se suben al escenario, coquetean con tus amigas, pelean a combos y te piden disculpas asegurándote que no son así y rematan con un: perdóname baboso y con la lengua traposa.
Luego están los tímidos que acostumbramos entre mujeres a llamarlos el “¿puedo?” ellos no tienen ningún tipo de iniciativa o más bien quieren pero no se atreven, es muy habitual escuchar en ellos algo así como: “¿disculpa, te puedo agarrar una teta?”
Lejos unos de los hombres mas mata pasiones es el que se cree bakan y se jura rico, hasta se encrespa las pestañas y parte tirando el currículum y presume de cuanto gana. El es de los que siempre creen que la están haciendo de oro cuando en realidad no calientan ni a un fideo.
Numero uno, numero uno, numero uno….
Acuerdo absoluto entre mujeres, no hay nada en la vida que pueda matar más la pasión que un mal dotado. Lo peor es que son irreconocibles a simple vista, suelen ser atléticos, buenos bailarines y hasta tiene el cuerpo de Hércules.
Estos jetones son galanes, andan en súper autos, tienen súper temas de conversación, escuchan súper música, tienen voz profunda, son románticos, pero resulta que cuando llega el momento del ñeeeee y la tienen a una toda ansiosa y fogosa, entonces nosotras con nuestras pequeñas manitos los desvestimos y noooooo, me da un ataque ahí mismo, vomito, juro que lo escupo y lloro hasta morir, a ver si con eso mato sus pasiones y se larga en el acto, lo peor es que no se dan cuenta y se juran bakanes, noooooo, ¡Dios me salve María... por favor!.
Y díganme superficial o lo que quieran pero este es un tema requete conversado, no señor, yo no me lo merezco, de sólo imaginar me dio jaqueca, simplemente me idioticé.
Termínese de leer con pesadumbre…
p.d. Post basado en extensa conversación interna entre las MCH30