sábado, 23 de febrero de 2008

¿También fuiste Conejillo de Indias?

Cuando la vi con tanta fe poniéndose esa pomada verde en la rodilla fue cuando se me vinieron a la mente cientos de recuerdos y me maté de la risa.

Benditas las abuelitas que con sus conocimientos de años y sus manos cargadas de dulzura nos cuidaron con amor en esos días de fiebres y enfermedades infantiles, que nos hacían pasar días en cama mirando Los Bochincheros y dejándonos “curar” por sus cientos de invenciones milenarias.

Yo a mi abuelita la adoro, pero esta vez me acordé de esos remedios caseros que me daba cuando estuve decenas de veces con amigdalitis, fiebres y toses (eso sin contar la vez que me atravesé una pata con el fierro de una reja y que casi me la cortaron sino fuera por sus cuidados y todo lo demás).

Uno de los primeros remedios que recuerdo era el papel de diario que me ponía doblado en el pecho, primero lo embadurnaba de Mentholatum y luego le dejaba caer esperma de vela, y me lo instalaba muy guardado debajo de la camiseta y lo sentía caliente en el pecho, claro que molestaba porque tenía que dormir con ese cartón duro y al otro día amanecía con todas las letras del diario calcadas en el pecho. Igual me aliviaba.

También me hacía respirar una infusión verde de hojas de Eucaliptus que hervía en un tarro, el asunto consistía en meterse debajo de una toalla respirando el aroma y al rato me rescataba con la cara colorada, mojada y con el cutis limpiecito.

Inolvidables las rodajas de papitas en la cabeza:
-Mamy, me duele la cabeza-
Y ella partía rauda a cortar la papita para la frente que me refrescaba al instante y que luego me sacaba cuando estaban todas secas y negras como si se hubieran frito con el calor de mi dolor y me quedaban la cabeza llena de marcas redondas de papa frita.


Cuando se me pegaron los piojos como en segundo básico no dudó en lavarme la cabeza con parafina y me tuvo como 3 horas al sol esperando que se murieran los bichos, después me echaba harto shampoo y me peinaba con una peineta chica que me dejaba llorando, al final me volvía a hacer los rizos como si nada.

No puedo dejar de mencionar el cucurucho de diario que me metió en la oreja cuando tuve dolor de oídos o se me taparon y le prendía fuego en la punta para que me entrara el calor.
También me hizo ver burros verdes la vez que me dio a beber al seco medio vaso de jugo de cebollas puro para aliviar los bronquios.

Cuando me picó una abeja preparó en segundos una pasta de miel, barro y hojitas machacadas de no sé que diablos y me la puso en la pierna o me apretaba la frente con un cuchillo de mantequilla cuando me había caído para que no me saliera un cototo.

Cierto es que logré zafarme de las ventosas y el famoso ladrillo caliente porque nunca tuve cistitis ni infección urinaria alguna, que si no...
Me dio a beber mil infusiones, palito de no sé cuanto, uñita de no sé qué, hojitas de no sé donde, hierbitas del campo, florcitas del valle, azul de mitileno en la boca, agüita de alibur en las heridas, metapío rojo en los costalazos y así, tantas cosas que ya no recuerdo.



Ayer la vi echándose con tanta fe esa pomada verde que recordé de inmediato que más allá del remedio lo que de verdad me mejoraba era el amor con que me lo daba y la fe que le ponía a este cuidado.

Cierto es que jamás nunca he dado nada de esto a mis hijos, en estos días uno no confía más que en el Tapsin caliente, el Ibuprofeno o todo remedio que termine en "ina" mientras sea suministrado siempre por un médico.
Sin embargo no puedo dejar de recordar esto con gran cariño y una que otra vez cuando me he sentido mal suelo extrañar sus manos amorosas poniéndome papitas en la frente y diario mentolado en el pecho, que nunca sabré si sirvieron o no, pero marcaron sin duda los momentos mejores que he pasado a su lado.

Capaz que en el futuro el día menos pensado (seguro que más temprano que tarde) me sorprenda a mi misma entre el espanto de mis mejores recuerdos de Conejillo de indias, las infusiones de amor de mis nostalgias y el cariño de mis manos haciéndole exactamente lo mismo a mis nietos.

30 comentarios:

tukota dijo...

eeeeee...yo todavia hago esas cosas que las aprendi de mi abuelita, bueno ya he dicho que soy una viejacu...pero sirven...de echo a mi poly cuando se me emferma aplico esos remedios primero, si no funcionan aplico de los otros...a lo mejor por eso no se enferma tanto...jajajajaja

Anónimo dijo...

Qué lindo post!!! Me emocioné. Tengo la suerte de tener a mi abuelita viva, ya tiene casi 83 años y está como tuna. Tal como Kiantei, a mi me aplicaron el cucurucho en la oreja (y casi me quedo pelada porque se les anduvo prendiendo demasiado!), la cataplasma de no sé mieldi en el pechito, el bistec en la frente cuando me sacaba la xaxu pa evitarme el sendo cototo y un largo etcétera... pero lo que con más odio/cariño (siempre hay una mezcla, ¿no?) recuerdo, es que cuando andaba "con el pechito tomado", me dieran leche con ajo! Guácala!!!! Claro, me quitaba la tos, pero la colitis y el mal aliento me duraban una semana... Bueh, como dice la autora, lo más rescatable es el cariño y sé que de éso, a mi Lita le sobraba.

MALiZiA dijo...

Hola chicas, una amiga suya me ha dejado su link en mi blog, y he venido hasta aquí, me gustó lo que escriben y cómo lo escriben.
Y este en especial de las abuelas, me trajo muchos recuerdos, la mía hacía un batido con agua y harina, para las dierras, era un asco, pero daba resultado.
Les dejo un beso de otra soltera, cruzando la cordillera, de una porteña. (Y las espero por mi blog)

Blood dijo...

Pero eso no es ser conejillo de indias, es simplemente ser chileno. O sea, quien no haya pasado por alguna de esas curas milagrosas no merece llamarse chileno del siglo XX.

Saludos sangrientos

Blood

Marsu dijo...

Y cómo yo Bloody?, Soy chilenisima del siglo XX y no pasé por eso!! (leru leru)..
jajaja.. Cuando estaba enferma de cualquier cosa que no sea de la guata , mi abuelita me traía lengüitas de gato de chocolate Cota (ñami)
Que tierno este post y que dulces recuerdos.

Blood dijo...

Tú eres cangura así que eres australiana; y que yo sepa las lenguas de chocolate no se venden en ninguna farmacia (en la sección remedios, claro está)

Saludos sangrientos

Blood

Marsu dijo...

Bloody.. Los diarios que le ponian en el pecho tampoco se compran en la farmacia, (en esa sección)
Y las lengüitas de gato de mi abuela me sanaban!! jiojio

(Segundo leru leru)

Blood dijo...

Ehhhh... no se si estamos leyendo el mismo texto pero todo lo que pusiste confirma mi ponencia al respecto. Te devuelvo tus 4 lerus.

Beatriz Lorca Espinoza dijo...

Uffff me acordé de mi Lupita cuando me ponía un diario caliente en el pecho con mentolatum (creo) Tb me daba clara de huevo bien batida para bajar la fiebre... realmente Kiantei hermosos recuerdos...

Muchos cariños

Brujita dijo...

Y a nadie le 'quebraron el empacho' cuando les dolía la guata?

Cuando era chica, mi vieja se me subía encima y empezaba a tirarme el cuerito de la espalda hasta llegar al cóccix y cuando 'sonaba' (de una forma que ella no más caxaba) me decía:'Viste? Ahí sonó. Tenías algo pegado en la guatita'... y santo remedio!

Mi vieja era famosa en el cerro por sanar las guaguas de los dolores de guata...
Aún no me explico cómo es que resultaba... pero de que me mejoraba, me mejoraba.

También me pusieron mil veces cuchillos en la cabeza para bajar/evitar cototos...
...jajaja, qué tiempos aquellos!

Brujita dijo...

Ahh!! y también vivía con dolor de oídos, así que los cucuruchos en la oreja eran pan de cada semana para mí. Es más, mi vieja guardaba un motón de diarios especialmente para mí y hacerme cucucruchos... jajaja

Marsu dijo...

Bloody, leru leru 4 jajajaja..

Las Brujas dijo...

Mmmm.. mis abuelitas murieron antes que yo naciera, de hecho el que me hacia todos esos menjunjes era mi papá... aun recuerdo cuando me daban mis ataques de bronquitis y me requetecontra sobaba con mentolato y las hojas de diario... y me encerraba en una pieza con muchas hoyas con eucaliptu... o cuando fue mi primera gran caña y mi viejo en la mañana me tenia un jarron shopero en el velador con agua de coca y una aspirina... eso!!!!! nunca se lo terminare de agradecer!!!... o cuando terminaba un partido y termiinaba con alguna contusion y corria por la pomada de parafina XD y me vendaba

Lo mas entretenido de esto que yo cuido a mis sobrinas de la misma forma y me sigo cuidando con las mismas cosas.... es uan sabiduria de menjunjes que jamas se quitara.

Saludos señoritas.

Blood dijo...

Estimada cangura: si sigues con tus leruleru te voy a sacar la lengua... y te la voy a enviar de vuelta por correo...

Machelita dijo...

Que schori!

Yo también pasé por todo eso! pero era mi madre la que me torturaba.
Ella al papel de diario con mentholatum le agregaba ajo!!!

Eso si, yo repetí el patrón con mi hijo (de doctores y licencias médicas.. puf... casi nada!!!!), pero dejé fuera lo que involucraba papel de diario: el del pecho y el del cucurucho pirómano en el oido, mucho cacho!

PD: concuerdo contigo Blood, cualquier chileno que se jacte de llamarse chileno tiene que haber pasado por alguna de esas cosas, aunque sea por alguna agüita'e perra para el dolor de guata.

Blood dijo...

¡¡GRANDE MACHELITA!! Cangura: ¡¡leru leru!!

Saludos sangrientos

Blood
PS: ahí tenís tu lengua...

Marsu dijo...

Bloody, eso es amenza... No caeré en tal vil juego!!
Leruleru 5 y leru leru al infinito y más allaaaaaa...
:)

Blood dijo...

... ya compré el sobre y las estampillas...

RAHM dijo...

Kiantei, existe algún remedio casero para detener los afanes figurativos de la marsupial y el blood ?

Rotativo dijo...

Memorable, yo sufri lo del diario en el pecho y tambien para el dolor de oidos... y hablando de diarios ¿todavia le ponen un pedacito de diario untado en saliva a los bebes en la frente para que se les quite el hipo, o no?
Las puse en una lista, muy buen blog, el dato me lo dio un amigo.
Si pasan por mi blog vayan a la entrada 'Antes de partir'

Anónimo dijo...

Cuando andabamos we... y pintando el mono con mi hermano, mi abuelita nos aplicaba el clásico y nunca bien ponderado "palmazo en el poto"...ehm siempre decía que dado en el momento preciso era la mejor forma de "educarnos", u.u vaya que le temíamos al ñurdazo!!!(¿te sirve rahm?).
Hoy día si osara aplicar algo así con mi nena, seguro que me demanda en breve!!
Los remedios caseros me los daba mi mami y pasé por todos, el cuchillo pal cototo, jaja que me rei con ese, acuerdate que había que meterlo en el freezer un ratito, see el cucurucho pirómano tb, y por mi sistitis, el papel de diario untado en aceite caliente, podiai leer las noticias en mi guata al otro día, y toda la ropa aceitosa, todavía recuerdo el aroma.
jaja el tarrito con hojas de eucaliptus, el montón de sal en cualquier corte para parar la sangre, azul de metileno y yodo (hoy dia te dicen que agüita de la llave es lo mejor), ugh y las famosas "calas" de jabón gringo, tragué esperma de vela, me hicieron tomar aceite de bacalao (jamás lo entendí, ni que fueramos esquimales) y toda tortura terminaba con el "sana sana colita de rana" o "nombreseadedios".
Lo único que he replicado y mantengo hasta hoy son las agüitas perras, es más, mi nena consume sólo agua de yerbas. Pa todo el resto, médico en breve!!

See Blood, tienes razón somus chilenos y pasamos por todas esas :)

saludines

elalcaravan dijo...

lo del cucurucho en el oido, lo vi en el campo, lo encuentro peligroso, puede tapar o dañar las orejas, en cuanto al papel de diario me lo ponían en el pecho y en la frente, en la frente era para el ipo, un año mi abuelita me dió kiwi con miel y ese año no me resfrié, cuando me resfriaba, limonada, jugo de naranja, cuando me enfermaba de la guata, menta con ruda y canela.

Marsu dijo...

Pd: Cariños Bitter..
;)

Anónimo dijo...

Pd: Cuando quieras otra paletiá, avísame no más preciosa!! :D.

Nadiezhda dijo...

Este post me hace reir y también me emociona, yo pasé por todo eso. Mis ojitos se llenaron de lágrimas al recordar los cuidados de mi abuela!!

Saludos.

Ah! veo que Malizia las vino a ver, le avisé del concurso de cuentos.

unpequeñomomento dijo...

muy bonito (:
y Qué bien encontrar un blog de estos. Me encanto, seguiré en contacto.

ElKine dijo...

mi abuelita se fue en octubre del año pasado ... y no pude evitar emocionarme un poco y a la vez sonreir con esto que lei.

El papel de diario marcado en el pecho, con las letras tatuadas en la piel al otro dia fue mi karma ... lo odiaba, pero cuando miro en retrospectiva, me parece que no estuvo tan mal aplicado ... re pocas veces me enferme

y el jugo de cebolla !!! jajajaj buenissima

Muy re bueno el post ... las felicito

kitana dijo...

Hola;

Me trajiste a la memoria muy lindos recuerdos también, pero de mi madre cuando me cuidaba mientras yo juraba iba a morir.

Aun añoro esos cuidados cuando estoy enferma, ahora que se encuentra lejos y no tengo sus arrumacos.

Hermosa reflexión

yo estoy en mis primeros pasos en mi blog...acepto sugerencias

Cariños

airwolf97 dijo...

Hola :

Indudablemente las abuelitas ,más que regalarnos cariño cuando niños,son como madres,y un dechado de conocimientos sobre como cuidar las dolencias más comúnes.

Muy buen Blog...

La_Keka dijo...

Uf!!!!! Yo aún recuerdo con trauma a mi abuela y tía abuela calentando un alfiler para reventar un furunculo en el muslo.
O sea, ame al doctor cuando me inyecto antibioticos, cualquier cosa que me quitara de las manos de estas deschabetadas!!!!!! jajajajajajajaja.

Aunque lo aprendido de las yerbitas y de las viejitas del sur de pronto se ponen a prueba.

Buen articulo
saludos.