Mamá estoy pololeando..¡¡¡¡

Mi cara se quedó mirándolo fijamente, por un segundo pensé que me estaba jugando una broma y me diría:

- “Te la creíiiiiiiste mamá, era un broma...”
Pero no, no era una broma...
Empecé a sudar frío y con una voz nerviosa le pregunté...
–“Y quien es la yegua niña?
– Es una niñita del Liceo N° 1
– Ahhhhh¡¡¡
(La cara se me estaba poniendo colorada de los celos)
-Y cuéntame hijo, como se llama?–
Se llama Maca...–
Ahhhh ¡¡¡
(La cara ahora tenía un tono medio verdoso)
-Y cuantos años tiene?
– Tiene 13 años–
Ahhhh ¡¡¡
(Queeeeé???
¡Una mujer mayor que él!!!!, Ahhhhhgggggrrrrrrrr)
– Negrito, no quiero ser majadera, pero ahora que tú comienzas a pololear quiero que sepas que hay cosas que debes saber...
(Les juró que no sé como tuve el coraje de hacerlo, pero lo hice, conversé de sexo con mi hijo..)
– Ahora las cosas van a ser distintas porque las hormonas comenzarán a funcionar y tendrás cambios en tu cuerpo, en tu cabeza, en fin...
– Mamá, no te desgastes, yo ya sé todo eso...
(Ahora mi cara se ponía de un color rojo verde grisáceo)
– A ver, como es eso?? Tú sabes todo todo???
– Si, pero no te preocupís, yo no ando en esas “volás”...
Fin de la conversación.


Nunca creí que llegaría a tener esa conversación con mi “guagua”, o sea, aunque tenga 40 años y mida dos metros de estatura será mi bebito por siempre, de hecho le molesta que yo le diga así... que aunque trato de evitarlo para que no se me enoje, hay momentos en que se me sale y “suácate” que me mira con unos ojos que si las miradas mataran, ufff yo estaría muerta hace rato...
En fin, me estoy dando cuenta que a sus 12 años las cosas ya no son como antes, ya no puedo abrazarlo a mi antojo porque me dice, -Mamá cortala, ya estoy grande...
O no puedo darle besos porque ya no me deja, o sea, consigo un beso con un chantaje o simplemente a la fuerza...
Ya no se va a acostar a mi cama los fines de semana porque se va directo al computador a chatear con sus amigos..
Ufff,... Qué cantidad de cambios hemos experimentado los dos.. y digo los dos porque creo que dentro de éste proceso llamado adolescencia somos los dos los que estamos aprendiendo... yo a ser mamá lola y él a ser lolo...
Es extraño esto de tener que “aguantar” tantos cambios, de tener que asumir que ya creció, que de un momento para otro ya no querrá salir a pasear conmigo porque me dirá,

- No puedo salir contigo mamá, porque tengo que salir con mi polola...

AAAAAAGRRRRRRRR
Y ustedes han pasado por esto??