¡¡Que viva mi suegra!!.. pero bien lejos.

Mi suegra querida empezó averiguando mi currículum y mi árbol genealógico, lo que era entendible pensando que para ella el “niño” era un ser perfecto y no cualquiera era merecedora de tan inmenso trofeo. Vivió por años enrostrándome las infinitas parejas que él había tenido, pero la soporté dignamente hasta el día de mi matrimonio, nos fuimos de luna de miel a una isla desierta y al segundo día ella apareció con una bandeja de comida, seguramente estaba angustiada creyendo que yo no daría de comer a su bebito, ni se imaginaba que su hijo estaba "comiendo" como loco.

Luego de ese episodio, cometí el mas grave de los errores de pareja que es vivir con los suegros un par de años, obvio que la decisión la tomó ella, fue una etapa desastrosa en mi matrimonio, ella se entrometía en cada discusión, siempre tenía la coartada perfecta para cubrir las fechorías de su hijo y daba su (para ella) sabia opinión cuando nadie la había pedido. Para él siempre fue la mejor de las madres, para mi, una señora insoportable y metiche a quien quise estrangular un par de veces.

Yo tuve mala suerte por partida doble, mi suegra tenía una madre ridículamente odiosa, algo como una suegra al cubo, ella es el mejor ejemplo de lo que llamamos una “vieja culiá”, con respeto y cariño, obvio.

Cuando nació mi hijo partieron los mayores conflictos porque el parcito de viejas teclas se esforzaban por hacerme sentir una pésima mamá, un día la suegra al cubo me grito.. eres una mala madre.. y todo porque no sabía tejer con lana y porque me negué a darle agüita de “no se que” a mi hijo..

Mi marido era la pieza que faltaba para completar el trío perfecto de estupidez, él corría cada vez que el par de viejas lo necesitaban, aunque estuviéramos a cientos de kilómetros él volaba para acompañarlas a comprar a la esquina, si él se negaba, ellas lloraban a coro haciéndose las víctimas, siempre creí que les tenía un poco de miedo a ambas.

Mi suegra colmó toda mi paciencia cuando me enteré que llevó a mi hijo absolutamente sano al médico sin siquiera consultarme, simplemente quería estar segura que todo andaba bien con mi bebe, cuando lo supe me enfurecí, quizás es la única vez que he hecho un escándalo público, fui hasta su trabajo y le dije que ya era suficiente, que con su hijo hiciera lo que se le antojara pero con el mío no se metiera, salí de su oficina pero me devolví para gritarle frente a la multitud… si quiere guerra, guerra va a tener.

Desde ese día mi actitud cambió siguiendo los consejos de mis padres quienes siempre me decían que cada persona tiene hasta donde aguanta. Con mas calma le dije que escucharía sus consejos pero que debía estar tranquila porque no había ninguna persona en el mundo que quisiera mas a su nieto que yo y por lo tanto siempre haría lo mejor para él, le pedí que me dejara vivir tranquila mi experiencia de madre y esposa, y tomé la decisión de irme a vivir sola, lloró e hizo una pataleta pero agarré mis dos calzones y me fui, ahí quiso seguir metiendo su cuchara pero no lo permití, quería elegir hasta el color de las paredes de mi nueva casa y al principio hasta mandaba cajas con mercadería, pero se terminó rindiendo, dejó de aguarme las fiestas y llegamos a la conclusión de que lo mejor era mantenernos alejadas.

Ella competía conmigo y seguramente yo con ella, aún no encuentro la razón de por qué nunca pudimos vivir en paz.

Cuando me divorcié nos empezamos a llevar de maravillas, ahora hasta me cae bien la vieja, con los años aprendí que la pobre no tenía la culpa de nada, es mas estoy segura que todo lo hacía con la mejor de sus intenciones, era él el que tenía que poner los límites y darse cuenta que su familia ahora era otra.

Hoy estoy tranquila porque nunca seré suegra, se que mi hijo no se casará jamás y vivirá a mi lado el resto de su vida. No ha nacido, ni nacerá la mujer digna de él, así que no me preocuparé porque jamás tendré una maldita nuera.

¿Y tú, tienes una suegra insoportable? ¿O ya la mataste?

p.d. Cuidado con lo que comentas, seguro tu suegra lo leerá.